Tengo
ojos que ven la oscuridad,
y
manos que se alargan
hasta
el otro extremo del mundo,
y boca
de la que brotan palabras sin cesar,
y
espacios sin muros,
que
son míos y tuyos.
Tengo
corazones errantes
que no
han dejado de caminar,
y unos
deseos que llegan a ser eternos,
unas
raíces que se hunden en el mar
y me
recorren por fuera y por dentro.
Tengo
silencios que luchan mil batallas
y unas
poesías que ya viven conmigo,
tengo
un tiempo que solo es para mí,
soy
soledad con nombre y apellido.
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