domingo, 26 de enero de 2020

Que el mundo


Que el mundo en su ciega carrera

no deje de moverse hacia tu meta.



Que todos los cruces de caminos

no nos roben tu presencia.



Que nos inunden lágrimas

de alegría verdadera,

y no nos asuste el sufrimiento

y la dureza de la tierra.



Que seamos capaces de luchar

con ilusión de niño pequeño,

que nunca deja de confiar.



Que nos levantemos cada día

conscientes de nuestro hogar infinito,

de nuestra débil materia

y nuestro alumbramiento único.



Que en cada instante la belleza

tome asiento en el mismo centro

de lo que somos y lo que hacemos,

y nuestros ojos sean capaces de verla.



Que nos alcemos tras la caída

para seguir sintiendo tus brazos

y retomar la senda,

que nos orienta y nos guía

siempre a lo alto.

No hay comentarios: