Un cielo nuevo y una tierra nueva
donde mi mano busque entrelazarse
con las otras manos,
mis ojos de luz sean mi guía,
y solo se escuche tu voz y mi risa,
tu paz y la mía,
y cada momento
sea cita y punto de encuentro.
Un sitio en el sol,
donde yo acaricie
los dorados rayos
y envíe mensajes de aliento
y de ánimo.
Donde yo tenga en mi mano
el mover el mundo,
usando palanca de amor
que ahuyente rutina,
endulce momentos
y alivie dolor.
Una tierra inmensa
sobre secas tierras
que no tienen agua
ni chispa ni fuerza,
ni brotan semillas
que tocan estrellas.
Un mágico cielo,
un lugar oculto
bajo las palabras,
sobre los silencios,
entre las miradas.
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