Ser profeta

 Para ser fiel a la llamada 

y poder interpretar mi historia,

voy cargada de mensajes 

para hermanos y hermanas, 

no más ni menos que cualquier otra persona,

yo no puedo ocultar esa misión 

que va tatuada en mi a fuego y vida,

sí que puedo ignorarla, y es lo que a veces sucede.

Siempre me maravillo de mi ignorancia y de mi osadía,

porque de manera natural, queriendo o sin querer,

comunico al mundo el amor que soy

y recibo de mi fuente palabras a montones

que rellenan todos los rincones de mi ser.

Como tú y como todos

he sido ungida como amante o como amiga,

como pequeña llama

o como inmenso volcán

de donde sale ardiente lava,

junto con infinitas chispas divinas

que se entremezclan con las que a mí me envían.

Ser humana para hacer fácil el camino,

atesorar momentos y sonrisas,

poner bendición en mi tierra,

poder estrenar la necesaria libertad

y borrar barreras que me impidan sentirme viva.

Ser profeta para diseñar caminos

aún sin explorar,

para abrir sendas en la noche

y apostar por la vida

que me ha acogido en su interior,

y me necesita para soñar y para amar.