domingo, 22 de noviembre de 2020

Todo cuanto habita mi tierra

 

Todo cuanto habita mi tierra es santo,

todo es luz y fuerza

y eco sagrado,

música y caricia,

caminar somnoliento y esperanzado.

 

Todo está bien medido y bien trazado,

la puesta de sol y los océanos,

el viento en mis velas,

las ganas que recorren mis entrañas,

me despiertan los anhelos

y tocan las teclas de mi añoranza.

 

El firmamento alejado

y tan próximo a mis ojos

que rastrean lo creado.

 

El surco que trazan mis emociones

sobre mi cuerpo,

el corazón siempre inquieto

y las sendas que nos descubren

nuestro universo.

 

El impulso de la vida,

la sujeción de la tierra,

la libertad de las aguas

que mandan por donde pasan.

 

Todo lo que alcanza mi ser

es murmullo de una fuente,

y es reflejo de otros mundos,

y otras voces y otros soles.

 

Por el día yo transformo mis paisajes,

en mis noches yo los pinto de colores.

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