viernes, 6 de julio de 2018

Hubo un tiempo


Hubo un tiempo que yo vivía

separado del resto del universo,

que no tenía hermanos,

familia ni vida,

era isla.



Mis ojos eran de piedra,

mis piernas eran de fango,

mis espacios no conocían la luz

y tampoco las tinieblas

que la acompañan,

mi cuerpo era mortal.



Yo no sabía

que no existen las partes,

que todo es un mismo océano,

un cuerpo infinito y único,

y nada tiene final.



Yo no entendía

que no hay muertes,

lo que ha sido creado

no puede perder su ser,

la flor sigue siendo flor

cuando se ha marchitado.



Porque lo que es belleza

no cambia ni pierde,

el corazón sigue vivo

cuando mi carne se muere.

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