La vida escribe
poesías conmigo
por las mañanas,
me habla con mis
palabras
y me enreda los
deseos
con las nubes y los
cielos.
Me despierta por el
día, y en la noche
me dibuja caminos
y una aurora,
y me deja volar entre
las letras
como fugaz mariposa.
Pone sonrisas y
revoluciones
en mi mano,
me da libertad
para manejar
corrientes ocultas
y para dejarme
manejar.
Porque soy amor y
poesía,
y ola,
y piedra,
blanda tierra,
buena energía.
Y árbol que hunde
sus pies en entrañas
de agua
y alza sus ramas
como brazos
que tocan lejanas
galaxias.
La vida y yo,
yo y la vida,
tenemos gestos
comunes,
palabras comunes,
común alegría.
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