Si vas a la orilla
donde los mundos estallan
y desaparecen a los ojos,
donde todo está dentro de todos,
y todos son solo uno,
no te olvides de mí.
No te olvides que hubo un tiempo
y un lugar, en una tierra,
donde mi piel y tu piel
no tenían fronteras,
en que juntábamos nuestras manos
y no hacía falta nada más.
Y que no por casualidad
hemos compartido camino
y tantas otras cosas.
Y cómo, un día cualquiera,
me desperté con tu foto y mi recuerdo,
y me llené de una nueva fuerza
que era toda tuya,
y de una nueva meta
que eras solo tú.
No te olvides de mí
que estoy anclada en el universo,
sujeta por fuerte mano,
expuesta a todos los vientos,
atada por firmes lazos.
No te olvides de mí,
que te añoro y te amo.
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