Tengo la firme voluntad
de mirar a las estrellas
y no dejarte marchar,
porque sin ti no existo,
el día se me hace gris,
la noche pierde sentido.
Y dibujar un cielo azul en cada esquina,
y abrir puertas para que puedas
entrar y salir siempre que quieras,
y decorar mi corazón
con mi mejor sonrisa,
la tristeza no me sirve,
te regalo mi alegría.
Sé que respiras mi fuerza y yo la tuya,
y me apoyas, como siempre lo has hecho
y me admiras,
y me mimas en exceso,
nada más puedo desear,
ya sabes de mi firmeza,
soy una gota
que agujerea la piedra,
soy roca firme
transformada en blanda tierra.
Y tomo la decisión en tu nombre y en el mío
de quererte y que me quieras,
de seguirte y que me sigas,
de vivir y de morir en un mundo compartido.
Solo déjame un rato,
breve, te lo prometo,
de desgarro y llanto.
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