Dios es quien empuja mi verso,
también es la sustancia
de la que se componen los cuerpos.
Mi materia es infinita,
un misterio de belleza,
mi corazón de criatura
alcanza a toda la tierra.
La madre paz me rodea
en medio de la tiniebla,
no quiere que tenga dudas
y me venza la tristeza.
Mi pequeño espacio creado
tiene los ingredientes que necesito
para encontrarte a mi lado.
Y no hay más milagro
que el del amor, que se asienta
en mi interior
y maneja mis hilos hacia Dios.
Porque nada hay imposible
en este pequeño mundo,
en este universo hermano,
todo ayuda a todo,
lo que nace de ti mismo
vuelve al morir a tus manos.
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