Huyo de las palabras
que no me hablan,
que son estorbos en el camino,
que ya están muertas
y hay que enterrarlas.
Están rellenas de contenidos
que ya están viejos,
que yo no entiendo,
están vacías de cercanía y sentimiento.
Huyo de las palabras
que me aprisionan,
que me limitan,
que me oscurecen el horizonte.
Huyo de frases grandes
que nada expresan,
que me adormecen
y son fronteras.
Quiero vivir sin ellas,
para amueblar silencios
y embellecer rincones,
dejar espacio a nuevas palabras,
que creen en mí de nuevo
las ilusiones,
los cosquilleos,
las esperanzas.
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