En
un corazón humano
cabe
la muerte,
cabe
la vida;
y
tiene su casa la misma eternidad,
la
que se asoma en cada sonrisa.
Es
el espacio más grande
de
la persona y del universo,
caben
los años y lo anhelado,
caben
las risas y ratos buenos,
también
tristezas y llantos.
Es
un pozo que no tiene fondo,
con
armazón de hueso y de piel.
Si
miras dentro,
tu
vista se pierde en el infinito
de
los deseos.
Si
grande es el escenario de la creación,
lo
que no vemos, ni imaginamos,
lo
que pensamos, como ignorantes,
que
está muy lejos,
es
mucho más grande,
mucho
más nuestro,
y
sobre todo más tierno.
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