Detrás de la
oscuridad de los ojos cerrados
mi vida se abre
camino a su ritmo,
sin prisa.
Mueren los
paisajes conocidos,
nace la
esperanza
de cruzar
abismos
y estrenar mi
patria,
que es casa
verdadera,
sin nombre ni
llantos ni barreras.
Para encontrar
mi lugar,
tengo que mimar
momentos,
adornar espacios,
y no esperar
otro aire
que el que me
está acariciando.
Si vivo en lo
que vendrá
no disfruto este
momento,
si sueño con
otras casas,
no habito mi
mismo templo.
Detrás de la
oscuridad de los ojos cerrados,
mi lugar es
siempre aquí
y solo ahora es
mi tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario