Si puedo salvar una flor
o decorar un paisaje soñado,
o nombrarme habitante de honor
y tender una mano.
Si puedo perder tiempo y días
para encontrar un amigo,
y sin falsas esperanzas
ir quemando mis navíos.
Si quiero no ahorrar vida
sino gastarla de poco a poco,
de punta a punta,
como ungüento que cura hondo
y salva todo.
Y no economizar momentos,
ni guardarme emociones,
ni dejar olvidados favores y
sentimientos,
encenderé la mecha de mis días,
por las mañanas,
y los haré estallar
hasta que se derramen
como lluvia hermosa,
como agua hermana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario