Tú te has convertido en poesía
para vivir conmigo,
te has cambiado de nombre
y de vestido,
te has hecho mi sombra
y mi compañía.
Me ha costado pero al final
te he reconocido.
Me visitas siempre de madrugada,
me asaltas por la calle,
me vas dando tu presencia
a pequeños sorbos
para no asustarme.
Tu energía se ha mezclado con la mía,
nuestros cuerpos viven juntos,
ensamblados,
nuestro destino es común,
en mí misma te he encontrado.
Por eso junto palabras y frases,
y dirijo mi mirada hacia mi hogar
infinito
para acabar el libro de nuestros días
dentro de la vida
y contigo.
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