Los deseos tienen una llave mágica,
abren cielos
o provocan infiernos,
recorren distancias,
llegan a su meta.
Si deseo reír, río;
si deseo morir, muero,
si deseo el bien,
lo consigo.
Los deseos tienen vida propia
y cambian el mundo.
Por eso, yo los cuido,
los impulso, los animo.
Mi máximo deseo
es conseguir una estrella,
no de las que son pequeñas
la mayor y la más bella,
para iluminar mi cuerpo,
hacerle un sitio en mis huesos
y poder vivir con ella.
Comunicarme con bailes,
y con cantos y con besos,
y ocultar mi locura
a los ojos de los cuerdos.
Mi estrella ya está llegando,
tiene su casa en mi centro,
oigo campanas de fiesta
y hago silencio por dentro.
1 comentario:
¡QUÉ BELLEZA MAMÁ1
Sigue siendo embudo del viento...
Te quiero
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