Pocas palabras se necesitan para vivir

 Pocas palabras se necesitan para vivir,

hondos silencios y nuevos espacios,

muchas batallas perdidas y ganadas,

al calor y la emoción de mis propios pasos.

Algo tira de mí hacia adelante,

ha tomado mi inquieto corazón,

no pide permiso, solo actúa,

yo no sé hacia dónde me dirijo,

no tengo la partitura,

aún no me sé la letra de mi canción.

Rastreo en las lecturas mi camino

y tomo decisiones por impulsos interiores,

abrazo cada día que me ha sido regalado,

dialogo conmigo misma y con mi Dios

y siento sana envidia de la belleza de las flores.

Sé que todo está bien medido y controlado,

y que yo cumplo la parte que me toca

sin ningún posible error,

como un río sigue por su cauce destinado.

Siento la ternura que me llega con el aire,

miro el horizonte de bondad diseñado para mí,

voy cargando a las personas en mi propio corazón,

recogiendo los presentes que me llegan día tras día

y bendigo el farolillo de la fe en mi interior.