viernes, 28 de septiembre de 2018

Me ha tocado el mundo


Me ha tocado el mundo como herencia,

porque yo he sido el elegido

para disfrutar sabores y color

y recoger cientos de regalos en mi mano.



Me ha tocado un trozo de la luz,

y de aire puro y perfumado,

y también una voz y un corazón

que es un buscador ilusionado.



Me ha tocado un tiempo poderoso

y un espacio sagrado que es el mío,

unos ojos que se abren poco a poco

y un silencio que no siempre distingo.



Me ha tocado la vida como prueba

de que me has señalado y escogido,

y que siembras mis noches y mis días

con ardientes deseos encendidos.



Me ha tocado el mejor sitio para ver,

me has dejado admirarte en la creación,

has quitado la muerte de mi vida,

y has buscado un sitio en mi interior.



Me ha tocado un Dios que ya es yo mismo,

y unas ansias que cruzan mil fronteras

y recorren caminos y navegan

para encontrar espacios infinitos.



Me ha tocado tu risa como cielo

y el eco de tu voz como sendero,

las estrellas viajeras como guía

y un horizonte azul día tras día.



Me ha tocado la luz como caricia

y un mar que ya es amigo y me acompaña,

y el poder de anunciar buenas noticias

y gustar la soledad que me regalas.

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