Cada uno en su puesto

Cada uno en su puesto

de vigilancia

que va a pasar la vida

por sus ventanes,

y va a surgir el alba

y va a nacer,

justo de la nada,

un momento sagrado

y hay que atraparlo

con la mirada.

Cada cual coloque sus antenes,

limpie sus ojos

y sus espacios,

camine con sumo cuidado

de aprovechar

ese encuentro,

que nos está esperando,

y no dejarlo marchar.

Si la vida pasa

sin que nos enamore,

para nada sirve

el haber nacido,

hay que esperar

una nueva cita,

otro prodigio.