“Levántate,
coge la camilla y echa a andar” Mc 2
Levántate,
sal de ese pozo
donde nada sientes,
donde nada ves.
Levanta tus ojos al infinito,
extiende las manos hacia la luz,
sigue la estela
de tu alegría,
vuelen tus deseos
junto con tus pies,
y que tus labios sonrían.
Levántate.
Coge los pesados fardos
que has transportado,
tira los impedimentos,
aparta las muletas
y las barreras de paralítico,
atrévete a caminar
sobre el invisible abismo.
Y anda.
Con lo que sientas,
con lo que sepas,
porque lo esencial
ya te visita
y te alimenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario