lunes, 11 de marzo de 2013

Hoy me ha despertado una poesía


Hoy me ha despertado una poesía,
yo no quería escucharla,
pero ella de nuevo insistía,
estaba inquieta por hablarme.
Mi poesía tiene su propia vida
y es impaciente,
por eso me ha forzado a levantarme,
porque quiere existir,
para ella es importante. 

Y depende de mí,
pobre escribana,
despistada, olvidadiza
y ciega,
mi poesía tiene mucho trabajo. 

Pero ella no se rinde,
me cautiva con sus palabras
y me alcanza con sus frases hechiceras,
misteriosas y mágicas,
y me empapa con sus limpias aguas. 

Mi poesía y yo
hemos llegado a un acuerdo,
si yo me cuido,
ella me deja admirarla,
si yo me mimo,
ella me enseña su danza. 

Por eso le he hecho un hueco en mi vida,
le he concedido espacio y tiempo
en mi pozo más profundo,
en lo más hondo del alma,
donde se encuentra a sus anchas,
donde celebra sus fiestas
creando versos con las palabras. 

Donde podemos abrazarnos
como hermanas,
y emprendemos
nuestra increíble aventura,
enamoradas
de un universo de estrellas
y de personas humanas.

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