Cuando camino sobre mi planeta
sintiendo el sol en mis poros,
junto al viento,
cargando sobre mi espalda
el mañana y el pasado,
saboreando el presente
que ya es eterno,
que ya es ahora y cercano.
Cuando paseo sobre esta tierra
y abro la llave de mis entrañas,
de lo más hondo sale un quejido,
es la añoranza
de un ser humano
que solo busca su patria.
Es un grito que no necesita la voz,
es el susurro que lleva el agua,
que es arroyo y ya es torrente
y cascada.
Cuando destapo la tapa
de las palabras,
todas se empujan y se abalanzan,
todas se abrazan alborotadas,
tienen la ingente misión
de expresar con el lenguaje
lo que no existe ante mis ojos,
lo que siempre es innombrable.
Cuando la palabra se rinde
y calla,
solo queda en el aire mi emoción
y el silencio en mi mirada.
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