Busca tu mejor sonrisa,
ponla en tu cara
y ofrécela a la vida
que te regalan.
Atrapo una mirada,
lanzo un suspiro,
recibo una alegría,
siento infinito.
Intercambio de dones,
la tierra me regala
sol en la noche.
Si el amor me agasaja
y me brota el agua,
yo impregno cuanto toco
con mis cascadas,
y mis poderes
son rayos luminosos
de confianza.
En un instante,
la vida amiga
se ató a mi sombra
y no me abandona.
Me ha dicho
que camine sobre las aguas
del mundo,
sobre lo que es tangible y lo
viciado.
Y que contamine a otra gente
con mi entusiasmo
y con la gracia que me sostiene.
También me ha dicho,
que no mire hacia atrás
ni adelante,
porque para el amor
solo el ahora vale.
Toda la fuerza mía
me la han prestado,
yo solo la poseo
si la comparto.
Me la encontré una vez,
mientras miraba el cielo
juntando las estrellas
para escribir te quiero.
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