Que mi vida sea un canto de amor
y de dulce esperanza,
que mi espacio sea grande hacia
dentro,
que conquiste con gozo
mi mente y mi cuerpo,
mis planetas vecinos
y mis sueños amigos.
Que tu voz me mantenga despierta
en cada latido,
que mis ojos distingan la aurora,
el frescor de la hierba,
las palabras sencillas
y la paz de la tierra.
Que mis manos sean rayos de luz
que todo lo alcanzan,
que recorren distancias
y caras hermanas,
que todo lo curan
y rezan con calma,
y descubren sonrisas
detrás de las lágrimas.
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