viernes, 9 de noviembre de 2018

Desde detrás de este muro


Desde detrás de este muro

te llamo a ti,

Padre bueno,

Dios de los mundos.



Solo quiero ser consciente

y gozar de tu presencia

en cada instante de mi vida,

no pido milagros extraordinarios,

solo ver tu mano amiga

en todo lo que soy

y lo que hago.



Extender mis débiles raíces,

recoger cosechas mágicas,

rayos dorados,

para después esconderme

y contemplarlos,

y aspirar los aromas infinitos

que vienen en forma de energía

y de fuerzas pasajeras.



Porque ya he perdido la razón y la cordura,

a toda hora te grita mi corazón,

y tengo mis puertas abiertas

para que vengas.

No hay comentarios: