Qué difícil es la vida
si se quiere entender con la cabeza,
si en los días solo hay horas,
si en las noches no hay estrellas.
Qué difícil caminar
si no se ven los brotes
que anuncian primaveras,
si no veo tu luz
sobre mi tierra.
Qué difícil cuando
la puerta de mi corazón se cierra
y me encuentro fuera de mí mismo,
y me agoto en las esperas,
y me escudo en las ideas.
Qué difícil cuando me separo
del ritmo del universo,
persiguiendo ídolos falsos
que me han sitiado por dentro,
buscando patrones a mi medida,
seguridades sin fin,
refugios donde agarrarme,
recetas de buena vida.
Qué difícil
pretender llevar yo
el timón de mis días.
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