Son tan rutinarios nuestros días,
repetimos acciones, plegarias,
sueños,
dentro del sentir de no estar
completos,
explorar planetas en plena noche
y entre miles de estrellas
cruzar oscuros desiertos.
Como aves de paso
que cruzan cielos,
como niños pequeños
que no saben que tienen madre,
como seres ignorantes
y muy guerreros.
Sobre la vida yo solo sé
que mucho es lo que sueño,
que está poblada de metas,
que me pierdo en recovecos,
y por mucho que recorro
nunca me muevo.
Esa luz divina que me despierta
viene en mi auxilio
quiere que yo esté bien,
y suelte mis riendas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario