Me he convertido en una montaña
con manos abiertas,
que sueña y confía,
que ama y tropieza,
que hunde sus pies en la tierra
y respira,
el aire del mundo
me da su alimento
y me guía.
Si cierro los ojos
yo siento mi fuerza,
mi pecho se hincha,
mis brazos se alargan,
dedos infinitos
en frágil materia.
También he nacido
como árbol frondoso,
inmensas raíces,
ramas poderosas,
bellos sueños en su copa
y cambiantes hojas,
vida buena y generosa.
Árbol y montaña,
canción cuando el viento
sacude mi cima y mis hojas.
silencio profundo,
emoción de entrañas.
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