Nadie sabe que me he vuelto loca
y ardo de fiebre,
que soy peligrosa y ya no razono,
que tengo batallas pendientes
contra el desamor.
Nadie sabe que soy un ladrón,
que voy a quedármelo todo,
penas, cheques y prejuicios.
Robar, ponerlo en mi mano
y soplar.
Nadie sabe a quién tiene enfrente,
soy dura enemiga,
sorda a los consejos,
alejada de la realidad,
y no puedo dejar de luchar.
Nadie sabe que voy a atacar,
robar su dolor y su tiempo,
apropiármelo todo,
ponerlo en mi mano
y soplar.
Nadie sabe que río por dentro,
junto las manos
y celebro fiestas,
porque ya he ganado.
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