Abrir el corazón a la poesía,
dejar la puerta abierta
al baile de las palabras
con la vida.
Saludar amables duendes
de las noches y los días,
abrir paso a las aguas
que brotan de la fuente,
alegres y atrevidas.
Reconstruirme
y escribir mis días
tan solo con unos cielos,
unas sonrisas, unos deseos
y una poesía.
Mimar nuestras palabras
que son palomas mensajeras,
y cuidar todos los silencios,
de los que se nutren y alimentan.
Juntar las manos hacia los cielos,
abrazar el aire,
acompañar con la mirada
nuestros anhelos,
y sembrar de sonrisas
los momentos,
ser persona humana
solo con eso.
Dejar la vida abierta a la ilusión,
a los encuentros que se encienden
con las sorpresas,
a los vaivenes de la emoción.
Cuando un corazón ama y reza,
danza y crea,
está en el centro del océano
y conectado con su esencia.
Si un día se me apagan los deseos
y se me oscurece el cielo,
si las palabras ya no danzan con la
vida,
me conformaré con vivir
solo sonriendo,
con alegría.
1 comentario:
P
R
E
C
I
O
S
O
Te quiero mamá.
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