En tu interior brotan caminos,
en tu reino de vida más profundo,
donde el manantial agita sus sagradas aguas
y todo se entremezcla sin fisuras
porque somos uno en esta amada tierra.
Por dentro y por fuera
compartimos mismo material
y misma esencia,
envueltos en la magia del misterio
en unión con todo cuanto existe
a la luz de todas las estrellas.
Vibramos todos a un tiempo,
expresamos nuestro canto,
depositamos la ofrenda,
después cruzamos la orilla,
libres de toda atadura
con gozosa gratitud
entregamos nuestros días.
Tierra y cielo son casa
y también suelo y amparo
donde reparar las fuerzas
y revestirnos de gestos
de ternura y confianza
que nos traen nuevas alas.
Todo nos guía los pasos,
el viento barre las hojas
deja verdades al aire,
despierta ojos dormidos,
selecciona nuevas sendas,
palabras de vida y luz,
que iluminan nuestra espera.